viernes, 25 de febrero de 2011

Todo es cuestión de tiempo...

Me escriben desde el DF a nuestras cinco de la mañana y me hacen compartir decisiones que antes no me correspondían. Esta tarde he dejado de tener los pies en el suelo mientras me miraba con devoción y gratitud, todo mezclado, como solo sabe mirar un creyente de domingo tarde en misa, cada domingo. He compartido nueve años en un día a día construido a pulso y sin desfallecer y hoy escuché eso de a tu lado me trasladaría al fin del mundo vistiendo una sonrisa. Con la otra parte de lo que en mi piensa, recordaba un magnífico correo que me hizo buscar aire para llenar los pulmones, que habían dejado [por la impresión y la sorpresa] de inspirar eso de lo que no podemos prescindir. Simplemente voy siguiendo el camino que yo me he marcado, sin preguntar apensa, sin dar enormes explicaciones, entrenada para no vacilar o desfallecer o importunar. Si acudes a mi con problemas diversos a menudo, te convertirás en el problema. Así que suelo acompañarlos, son inevitables, de una solución y de un propio plan B, alternativo, menos brillante, por si el primero es rechazado. Funciona. No es para aconsejar. Es para contar una técnica de supervivencia, por ejemplo. Lobos... Todo está repleto de lobos ansiosos por que llegue la época de la recolección de medallas. Como no caen de maduras se suben a los árboles para recolectarlas. Y, de paso, quedar en evidencia para los restos...

2 comentarios:

  1. Hay veces que de metafórico me cuesta encontrarle sentido.

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  2. REleer. Varias veces todas tus líneas.
    REspirar. Prescripción vital para seguir viviendo.
    Sparkling, para navegarte se necesita un mapa de vientos. Y a veces...
    Metáforica, críptica, complicada y tan descomplicada, cotidiana, evidente...
    REleo porque es un gusto, claro.
    Beso de sábado con sol. Azul.

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No serás de l#s que creen que intimido y por eso no comentan nunca, ¿verdad? :) ¡¡Venga!! ¡¡Anímate!!