Se me pega el tiempo a la piel y transcurrimos. Me reconozco todavía en los espejos de las tiendas y en los reflejos de los cristales de la calle, aunque sea toda distinta, en lo invisible y en la imagen que me devuelven. Todavía soy capaz de sonreir cuando encuentro sorpresas en los estantes y consigo convencer de que eso es precisamente lo único que hemos estado buscando nunca para llevarlo a casa y recordar el momento cuando pronunciemos en silencio el nombre del lugar, con una media sonrisa. Suelos empedrados y olor de medioevo. Calles estrechas que suben y espacios recorridos de manera repetida, en busca de cualquier sensación, entre la de lejanía y la de soledad, que nos devuelve a un lugar vivo, moderadamente lleno, con música de fondo, como las quince canciones que también se han venido en la maleta y están rompiendo los silencios del salón. Un año más y lo digo feliz, con una sonrisa...
Lo único que hemos estado buscando nunca...(Me ha gustado.Sonrio...)
ResponderEliminarA mí también me ha gustado. Muy evocador.
ResponderEliminarUn beso. Y una sonrisa.
Victoria.
silbante: a veces las palabraas se ponen como a jugar, sin notarlo... :)
ResponderEliminarVictoria: Muchas gracias. Por decirlo. Por dejarlo. Sonrisa. A solas.