Y el fin de semana pasó sin sentir. No hablo de velocidad pero sí de sentimiento. Porque fue transcurriendo a golpes, como a empujones, como formando grupos o compartimentos tan distintos. Y es que hubo sufrir y correr y esperar. También viví calma y sofá y libro o sol y sueño. Además, hubo una parte compartida y algunos apartados apartada de todas las personas que me habitan. Sorpresas y reconocimiento de momentos en los que ya habías pensado. Prisas y sudoración y taquicardias. Luego sonrisas y, siguiendo pronósticos anunciados, lágrimas que me pasaron de largo con rapidez. Y es que no soy uena compañía...
Mira que leyendo así rápido me salté el "no" de la frase final. Y te iba a escribir lo que te escribo, porque así lo creo y lo pienso: por supuesto que debes ser buena compañía.
ResponderEliminarHay que ir haciéndose a este otoño que algunos nos trae melancolías a la velocidad de los neutrinos, que me tienen alucinada.
Besos otoñales sparkling.
Beso
ResponderEliminarUnas gotitas de miel
ResponderEliminarbastaron para romper
la amarga soledad.
Café marrón otoño
¿aún sigues esperando?
pronto llegarán
los frutos de oro.