lunes, 26 de septiembre de 2011

Una leyenda y una pasión...

Y el fin de semana pasó sin sentir. No hablo de velocidad pero sí de sentimiento. Porque fue transcurriendo a golpes, como a empujones, como formando grupos o compartimentos tan distintos. Y es que hubo sufrir y correr y esperar. También viví calma y sofá y libro o sol y sueño. Además, hubo una parte compartida y algunos apartados apartada de todas las personas que me habitan. Sorpresas y reconocimiento de momentos en los que ya habías pensado. Prisas y sudoración y taquicardias. Luego sonrisas y, siguiendo pronósticos anunciados, lágrimas que me pasaron de largo con rapidez. Y es que no soy uena compañía...

3 comentarios:

  1. Mira que leyendo así rápido me salté el "no" de la frase final. Y te iba a escribir lo que te escribo, porque así lo creo y lo pienso: por supuesto que debes ser buena compañía.
    Hay que ir haciéndose a este otoño que algunos nos trae melancolías a la velocidad de los neutrinos, que me tienen alucinada.
    Besos otoñales sparkling.

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  2. Unas gotitas de miel
    bastaron para romper
    la amarga soledad.

    Café marrón otoño
    ¿aún sigues esperando?
    pronto llegarán
    los frutos de oro.

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No serás de l#s que creen que intimido y por eso no comentan nunca, ¿verdad? :) ¡¡Venga!! ¡¡Anímate!!