Hoy quiero recordarte, desde la mañana, ante el desayuno y bajo la ducha, entre noticias sin colores y grises. Hoy he estado repasando algunos de nuestros momentos y tu forma de acariciarme el dorso de la mano, cuando me la atrapaste por sorpresa y por primera vez en el coche; mi izquierda porque tú conducías. Hoy necesitaba tu piel morena, tus brazos y el brillo de tu pelo para sentirme acompañada y he pensado en ti, recordando tus últimas frases entre lágrimas mías y entre tus sueños [cumplidos, soñados]. He querido contarte qué tal me va, susurrando en tu oído, haciéndote cosquillas, tan cerca, para que opinaras, valoraras y me enseñaras a parar, detenerme y volverme a inventar. Esto no debe ser, dirías. Nada justifica este fin. Y te creería, igual que siempre creí en ti, a pesar del final que me llevo conmigo, a cuestas, entre las cejas, apoyado entre el esternón y los pulmones. Y me detendría. Para volver a quererte...
Volver a quererte
ResponderEliminarse me hace insoportable
porque queriéndote
sufro por no dar suficiente.
Ahora que sé que no me quieres
solo deseo que alguien te quiera
para no sentir gris mi alma
aún sabiendo que es el azul cielo
lo que anhelas.
Sabes que el oro del sol
será sólo felicidad momentánea
y que cuando llegue el gran manto blanco
buscaras cucharillas imposibles
entre tus edredones.
Mientras tanto
tu rosa naranja
sigue en el asiento de atrás
viaja contigo
sin sentido
sin acompañar
pero unida a tu destino.
TLS: welcome on board again! :) Ya contarás qué tal la vida...
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