lunes, 28 de noviembre de 2011

Precisamente ahora...

De repente, todos sus recuerdos me van sorprendiendo por los rincones. Y nos veo en lugares y cambiamos palabras, alguna sonrisa y muchos levantamientos de cejas. Mi infancia aparece y me siento pequeña escuchando sus consejos. Ahora sus letras, cada una [las que indefectiblemente y con el tiempo han ido sumándose para formar palabras que, unidas, construyen frases con sentidos diversos], devienen pequeños tesoros que no puedo esperar a releer. Hay material en abundancia y de calidad, lo sé perfectamente. Consejos y ayuda en tantos momentos. Suspiro a menudo y con la misma frecuencia me tapo los ojos con la mano izquierda y apoyo el codo en la mesa porque querría desaparecer y no saber nada de lo que ha de venirle, venirnos, venirme. He entrado en una de mis cuentas y he hecho una búsqueda con el primero de los tres nombres que le pusieron en la pila y con cuya abreviación solemos llamar su atención o simplemente dirigirnos y no sé la de páginas que han aparecido, desde hace siete años. El siete. Cuánta significación para nosotr#s, en nuestra casa. Surgen los pánicos, ahora que los miedos son solo un recuerdo fugaz, y se suceden las largas llamadas en las que un#s a otr# vamos empujándonos en nuestras caídas. Y se pronuncian las palabras crítico, emergencia y estadío como si siempre hubieran formado parte del lenguaje ordinario del día a día, del nuestro. Sé que aún no he llorado nada y me siento como el rabo cortado de una lagartija. Qué mal reacciono y qué miedo me da eso porque me estoy quedando, egoísta, con mis sentimientos y en estas penosas circunstancias no puedo manejar los ajenos. Y debería...

2 comentarios:

  1. Nada es como chascar los dedos, y ya asumimos, y ya reaccionamos, y ya estamos a la par de las circunstancias. Nada, sparkling. C
    Cada uno tenemos nuestros tiempos, y es seguro que este tuyo, en que dices no poder manejar es percibido por ti como más prolongados de lo que realmente es. Igual que es seguro que manejas los sentimientos ajenos más de lo que piensas. Tendemos a distorsionar cuando nos presionamos por estar, en situaciones que nos superan.
    Un abrazo inmenso, sparkling.

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  2. Te agradezco los ánimos y los abrazos, constantes. Reconfortan. Ambos. :)

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No serás de l#s que creen que intimido y por eso no comentan nunca, ¿verdad? :) ¡¡Venga!! ¡¡Anímate!!