Hablemos del tiempo, de la independencia, de los BRIC. Del sincrotrón y de los oportunistas, los tránsfugas y los chaqueteros. De lo bien que se expresan los políticos de [casi] todos los colores y de las manifestaciones a favor y en contra. No sabes qué gritarás al expresar tu contrariedad, que todos los mensajes suenan rancio. Póngame usted una caña, por favor. Cuéntame que estrenaste una enorme casa y que ya te has independizado. A los treinta y tantos, tocaba, que las dos lo sabemos. Manifiesto sorpresa al conocer que cocinas, tú que no supiste hervir unos espaghetti hace unos pocos años y necesitaste indicaciones sobre cómo aderezar el agua y cuándo echar la pasta. Y tú, dime. Tu marido de viaje estrenando fábricas en un país sudamericano de proporciones continentales, saliendo en prensa sonriente, disimulando la caída de ventas en el mercado nacional [todavía] nuestro que tanto se acerca a la raya del 60%, pero no vayamos a decirlo. Yendo y viniendo del gimnasio, a los museos, restaurando muebles interesantes y cuidando de tus jardines [de idénticas proporciones a las del país sudamenricano al que me he referido antes, seguro]. Llenando como se puede el vacío del haber dejado de estar obligada a cumplir horarios y el que deja la frecuente ausencia de la pareja por trabajo. Supongo que queréis otra caña, ¿verdad? ¡camarero, por favor, otra ronda! -dice él, señalando con el índice de la mano derecha el centro de la mesa para cuatro haciendo círculos de radio pequeño, como el de la boca de un vaso de vidrio, por ejemplo-. Bueno, tu turno. Directivos que antes fueron tus compañeros y que hoy salen en la prensa diaria hacen declaraciones poco afortunadas y se exceden de los que son sus áreas. El año que viene tendremos una segunda equipación realmente horrible pero hay que vender y eso vende. El universo de los conflictos está superpoblado de impresentables y en nuestra frontera con el norte están sucediendo cosas buenas en tiempo real. A algunos les va bien fuera y a los de dentro la salud les trata mejor que nunca. Nos alegramos. El azote de la crisis ataca a todos los sectores a los que representamos y se nos anudan las gargantas de preocupación... Soy poco habladora y esta vez no hubo interrogatorio sobre status sentimental, como suele suceder. ¿Podría darnos la cuenta, que se nos hace tarde? Tengo el coche aparcado aqui en frente. Me vienes de paso. Si quieres te llevo...
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