Lunes de calma y de risas porque siempre hay alguna razón. Lunes de optimismo porque hay que buscar excusas. Lunes, al fin, de palabras amables ante tanto desconsuelo. Pocas palabras, además. Con ojos sonrientes, marcando líneas de expresión [mientras sigo negándome a hablar de arrugas...].
Aquí se viene a jugar con las palabras. A vaciar nostalgias. A comprender miradas y silencios. A compartir sin disfraces. Con seudónimo pero el alma verdadera...
lunes, 28 de mayo de 2012
domingo, 27 de mayo de 2012
Mientras el tiempo vuela...
Viernes de dudas. Casi ensayando el mensaje a trasladar. Mirando por la ventana, la velocidad fija para no pisar a fondo, las ganas... Y la sorpresa, todas las letras en mayúsculas, la ternura, el sentimiento. Todo lo inicial se desvanece, despacio, a pasos cortos y abundantes, abrazando la llegada de la manga corta, las plazas con fuente, la gente que pasea y las comidas de diseño. Todo eso lo retoma, lo sustituye, lo recomienza, con la mirada y la piel, las sonrisas y alguna carcajada, sin proponérselo. Reconquista ignorando que era imprescindible, retoma posiciones que desconoce haber perdido. Lo consigue, tan por completo que soy yo la sorprendida, la que mueve la cabeza horizontalmente a ambos lados y de manera repetida, regresando, un domingo, completamente invadida de nuevo...
viernes, 25 de mayo de 2012
¿Y si aparece una pareja mejor...? ¿qué...?
Cada día me detengo a envidiar a alguna pareja. A veces la conozco y otras veces no. Forman parte de mi vida porque, sin verlas, me llega información en el entorno laboral, generalmente transmitida por la mitad femenina. Por lo menos yo sé que la felicidad no es ni completa ni eterna pero a veces callo y sigo envidiando. Está enamorada de la idea del amor, como casi todas y se deja llevar y es eso seguramente lo que envidio porque, cuando he tenido la ocasión de conocerles a ellos, la impresión ha sido fuerte, como de deporte de aventura, la misma adrenalina. He hablado alguna otra vez de esas otras parejas de desconocidos que vemos por la calle. Ni las de jóvenes ni las de los de mediana edad me interesan. Solo me atraen esas gentes mayores que esperan el autobús tomados de la mano, esos de cuarta edad que apoyan una mano en un bastón y la otra la pasan por el brazo de quien les acompaña, porque la gracia está ahi: se acompañan y han llegado a ser compañeros.
He leído en el post de hoy de silbante que hay quien se reconoce infiel, como yo misma, tantas veces [me reconozco; no que haya practicado. Bueno, no han sido tantas, las veces. Solo algunas...] y por eso me sorprende tanto ver que un par de personas pueden llegar tan lejos en el tiempo. Es que no creo en el amor eterno.
Esta idea también me recuerda un pensamiento: mis mayores, mis ascendientes fueron educados en la estricta creencia de que se enamorarían una vez y eso sería para siempre [salvo excepciones, accidentes o decesos imprevistos e inesperados, claro]. Nosotros, en cambio, vemos las relaciones como una commodity y, si aparece una pareja mejor, me cambio. Lo veo, lo quiero, lo tengo. Lo cual tiene, como mínimo, un par de lecturas: la buena [vivimos múltiples enamoramientos y ya sabemos que las reacciones químicas que vivimos son exquisitas] y la mala [no hay compromiso ni confianza ni nada parecido, ni en la relación de pareja ni en el o la partner].
Ahora lo que toca es releer el título del post y ponerse a pensar un poco...
miércoles, 23 de mayo de 2012
Tu m'oublieras...
http://www.youtube.com/watch?v=bHUH8cP7p90&feature=colike
Esto de los enlaces nunca se me ha dado bien. Pondría cien mil porque hoy me estoy dando un paseo por las letras de la infancia y las lágrimas adolescentes de los descubrimientos, mientras me escondo por dentro, de mi, y me construyo secretamente hasta de las evidencias que luego han ido haciendo acto de presencia. Vidas y más vidas, como para perder la cuenta. Y otra en el horno, replanteándome en silencio, a ratos perdidos, avergonzada. Como cuando los pensamientos más básicos parecen impuros bajo creencias religiosas que solo se pueden seguir con algo de terror. No me reconozco tantas veces, entre todas las dudas mezcladas de nuevas existencias, entre los vacíos que me han ido dejando yerma, agujereada, fuerte. Y, sin embargo, escondo lágrimas mientras arrastro un carro pequeño y azul, de plástico, entre los lineales del supermercado de mi barrio, a última hora, antes del cierre, cuando ya nadie más que l#s sol#s, l#s impares, l#s singles vamos alguna vez, a pesar de no necesitar nada, con un disimulo digno. No es fácil...
Nada cambia a veces y a mi me ahogan...
Confusa. Cargada. Y furiosa. Y así todos los adjetivos que me pongan en un plano negativo, uno tras otro, procesionales. Me importa la descarga de energías cuidadosamente recogidas a lo largo de algún tiempo y presupongo que también soy consecuencia de la coyuntura, de los impactos, las valoraciones, las puestas en valor de los dos o tres valores supérstites tras la época. De pronto, todos los interrogantes y las dudas. De golpe, desaparecen las ganas y me derrumbo con estrépito. Un día se acumulan las miradas torcidas y reconoces que, como la piel que guarda las dosis de sol en su memoria, también tú llegaste al final del campo de batalla, los enemigos boquean contigo y sobreviven débiles, heridos, sabiéndose abandonados entre cadáveres. Vale, estoy ovulando con interés y plena conciencia. Seguro que eso tiene mucha parte de culpa y es responsable de estas cosas raras que me planteo... Hay situaciones y circunstancias condenadas a no cambiar, a morir de ineficiencias escondidas tras un rápido y efímero y secreto reconocimiento, no se diera el caso que alguna cosa se hiciera bien, como accidentalmente. Y digo que a un#s nos programan para avanzar y a otr#s para retener los avances de terceros. Y eso está muy feo, feísimo. Toda la energía desparramada y esparcida sin aprovechar, sin valorizar o reconocer. Y a mi no me gusta...
miércoles, 16 de mayo de 2012
Quan tu i jo ja no siguem tu i jo...
Acumulo sensacions aqui dins mentre escolto "cert clar i breu" i el crescendo m'oprimeix la gola, entre desafinades que se'm incorporen als ulls. No se'ls donen bé els concerts. Em trepitjo les ganes de plorar, avui, mentre el silenci em va portant cap enlloc i obro i tanco els ulls, tant ràpid. Sé que si em cau la primera llàgrima hauré perdut totes les batalles. Com sé que si em pregunto si val la pena, se'm caurà l'univers sobre les esquenes. Més de set anys voltant, sense parar. Només ho sé jo, que no em faig preguntes. Sóc la única que coneix les respostes, el fracàs, les errades que mai no reconeixeré, ni en públic però tampoc en silenci, en secret, abrigada a casa, morta de calor i suant la sal que els ulls no ploren. Torna el pànic a la soledat, avui que ha caigut una frase sobre les estovalles blanques de fil on feiem el contrast dels vins negres de la terra entre gotes vermelles i somriures empesos amb distracció estudiada. Imperdonable. Jo penalitzaria a qui pensi que quina sort en tenim de la parella, que es preocupa i acompanya. Als qui desconeixen empaties i no s'entretenen a pensar més enllà d'on acaben els quatre punts cardinals, les extremitats. No ho penso oblidar. Perquè ara que sé que ni oblido ni perdono tot és diferent, menys complicat. Al menys amb mi mateixa sóc franca. Al menys amb això i amb les mentides que no et puc dir perquè fa tant temps que no em deixes. Per exemple: desitjo el teu cos, enyoro que encaixem mil·limètricament entre abraçades, sobretot les teves carícies, el lliscar dels llabis, que em toquis el cabell sense despentinar-me i que em miris com si fos l'últim cop i em diguis en un imperceptible xiuxiueig quins ulls que tinc i jo em posi vermella i abaixi la vista per amagar-los i la meva timidesa et faci aixecar de la cadira, perdre els papers i trobar-me les ganes...
Una nit de dimecres a les enfosques, amb l'estòmac tancat, els ulls petits i transparents i blaus de llàgrimes que no sé plorar, imaginant la nit escurçada per un vol matiner que només complica i jo em faig pesada, tot llepant-me les ferides d'animal atrapat, ferit, tocat de mort i, probablement el que és pitjor, tan abandonada...
jueves, 10 de mayo de 2012
No sé qué hubiera sido...
Se caen los naipes, los tabúes y los tópicos, las distancias y las fronteras y simplemente todo fracasa. Como si los proyectos jamás se hubieran premeditado y alguna vez hubiera decidido enamorarme de ti o quedarme contigo, todos estos años y contra poronósticos, vientos y mareas. Para volar mares y caminar arenas rubias, pisar los blancos de todas las montañas de muchos continentes y pensar, a ratos, que éramos libres, completamente. Siempre hubo un regreso y el tiempo se nos ha venido haciendo corto, a pesar de no haber premeditado nada, sino a lo sumo improvisado. Cuando no estuviste...
martes, 8 de mayo de 2012
El avance de los años borra tantas cosas...
He dejado de ser quien fui contigo. Completamente. Sigo echándote de menos porque es consustancial y el hábito se me ha enquistado, más por rutina y nostalgia que por nada más. Pensaré en ti a veces, alguna vez, de tanto en tanto, porque sé que me gustaría contarte algo concreto, mirarte a los ojos y tocarte la piel. No es una promesa, solo una certeza. La vida ha ido pasando y, lo normal, nos ha hecho diferentes. Ni siquiera me parezco a lo que he sido y seguro que seguiré avanzando en esa dirección. Probablemente ni siquiera te gustaría [tampoco a ti] y tal vez ni te fijarías ni decidirías detenerte unos meses, alargándolos a un par de años. Poco más. Prefiero no preguntarme lo que sentiría yo al tratar de pasarte el test, el que me hace "ver" a una persona por la que siento. A veces he dejado de verl#s y eso ha desencadenado la toma de decisiones. Prefiero no preguntármelo porque probablemente sepa la respuesta y tampoco me guste, como todas las cosas que ni de ti ni de mi me interesan...
domingo, 6 de mayo de 2012
Y poco más, aunque parezca una obviedad...
Tranquilo y apacible. Relajado por el ambiente aunque la cabeza lo circuncida completamente todo. Se avecinan cosas y estoy preocupada. Pero prefiero entretenerme con el entorno, verles hacer sus cosas, tan independientes ya, mirarles simplemente porque hoy es un día especial y estamos aquí, cada un# en su lugar y en su universo propio, compartiendo mesa y charla y anécdotas. Mucho se habla del diálogo y no sé si lo he ido practicando a menudo [¿no estaba muy ocupada para eso?]. Pudiendo marcharse, optaron por quedarse. Y yo por tumbarme al sol y a escuchar el piar intenso de los pájaros en el centro de la ciudad. Puede parecer mentira pero recientemente leí un artículo que contaba que estudios demuestran que los pájaros urbanos se ven obligados a desgañitarse para ser oídos por los de su especie por encima de los ruidos habituales de tráfico y obras, por ejemplo. Pobres bestias... El caso es que en mi barrio hay uno que tiene la costumbre de piar como un energúmeno a eso de las 5 de la mañana. Claro, fácil ser despertada; imposible casi volver a retomar los sueños; buen momento para empezar el día, con excusas...
No sé si sonará demasiado dulzón pero sí sé que nadie nominará este lugar por casi nada, mucho menos por la calidad de la siguiente frase: y es que este fin de semana, en casa, con mis descendientes, he sido feliz. Les hice llegar mi reconocimiento y gratitud por eso. Y creo que tiene la trascendencia suficiente para que quede aquí y pueda recordarlo en algún momento del futuro...
sábado, 5 de mayo de 2012
De pronto los viernes...
Esta semana, por ejemplo, he aprendido que hay vinos que evolucionan y enseguida me di cuenta de que hay quien no lo hace nunca. Me siento como si una cámara me estuviera grabando a escondidas para acabar demostrando los apuros que puedes llegar a sobrevivir en un solo día, a veces con y otras sin dignidad. Y es que es como si cada semana, en concreto los viernes, estuviera previsto concederme un deseo por los que tal vez antes hubiera caído fulminada, feliz. Una vez se supera el primer sobredimensionamiento, vas tirando. Pero cuando se acumulan las cosas, los proyectos, las tareas, es como si empezara un proceso difícil y autodestructivo. Porque nunca la decadencia se hizo tan visible en mi piel, nunca antes el insomnio, solo cuando dejé el hábito del fumar jugaba con los dedos de mis manos, apretándolos, en ocasiones. Síntomas evidentes, que hasta l#s profan#s como yo identificamos. Y es que no estoy sola en eso, tampoco. De momento ya me consta que somos tres. Y a mi se me amontonan las preocupaciones porque lo peor está viniendo y por llegar...