Lo he estado intentando. Lo de sonreir cuando hablo por teléfono, dar las gracias cuando hago esperar y tener una expresión calmada. Y funciona. La gente responde, a su manera, devolviendo la actitud que obtiene. No digo yo que sea para ir fingiendo, sobreactuando o falseando la personalidad propia. Pero con algo de esfuerzo...
Sigo con un par de docenas de cosas diferentes a llevar a cabo y reconozco que algunas me divierten infinitamente. Otras no. Está claro que mi camino está alejado de este sillón y lo sé. Lo peor es que también conozco la ubicación exacta, las coordenadas precisas, con precisión milimétrica, de cuál es en realidad mi verdadero y auténtico camino, el único. Supongo que no puede ser [dijo la cobarde de mierda con la cabeza baja y un hilo de voz]...
Mañana de nuevo arriba. Y abajo. Bueno, para ser precisa, al centro. A empezar una nueva actividad, como si escogiera juego en uno de esos pequeños ordenadores de iniciación para los niños y las niñas. Sin escoger, porque me lo han asignado. Pero yo contenta. Que las responsabilidades siempre me han puesto... en guardia...
Suerte
ResponderEliminarno sé por qué pero me he sentido muy identificada con lo de cobarde de mierda :S
ResponderEliminaruna pena...
Anónim#: gracias por la suerte. :)
ResponderEliminarJei: ya sabes que no escribo groserías [aunque las diga] pero es que hoy no he podido resistirme... Espero que estés un poquito mejor. Un beso.