Aquí se viene a jugar con las palabras. A vaciar nostalgias. A comprender miradas y silencios. A compartir sin disfraces. Con seudónimo pero el alma verdadera...

viernes, 31 de julio de 2020

Es bonito...

Que sea verano y que formes parte de él. Ir viviendo cosas nuevas y pensar en la forma en que voy a contarte. Poder llamarte y esperar a leer tu nombre en mi pantalla, varias veces al día, cada día. Que me cuentes detalles de ti. Que me enseñes paciencia. Saber si hizo Garbí o Levante. Poder explicarte. Habernos desconfinado juntas, improvisadamente. Que hayamos cruzado juntas subidas y bajadas con relativa dignidad. Tener ganas de verte. Saber que estás al otro lado. Sentir impaciencia. Querer compartir. Echar de menos las pequeñas nuevas rutinas y que me hagas de guía. Verte llegar del mar con la mejor sonrisa de la ciudad. Saber que vamos caminando. Es bonito estar contigo...

jueves, 30 de julio de 2020

Lluvia de sal...

Es una de las expresiones que oigo por primera vez y me fascinas. Las expresiones nuevas también me fascinan...

Por este orden incorporaste a mi vida dos verbos (y un lento y pocos besos...): endulzar y envergar. No sé con cuál me quedaría si tuviera que elegir uno porque mañana se acabara el mundo o para llevarme a una isla desierta...

Somos seres complejos y no hay que bajar la guardia cuando los equilibrios son frágiles y sabemos que todo puede cambiar en un momento. Tú misma lo llamarías “vivir”. Lo recuerdas? Me lo repites de tanto en tanto y yo me quedo en silencio valorando lo que debería ser una obviedad para mí; y no lo es. Luego pienso rápidamente en lo que quiero en mi vida y entonces intento ponerlo en valor [yo con esta frase hecha no puedo; terrible el abuso que ha sufrido y lo forzado de la construcción gramatical] y dedicarme, reforzarlo, renovar los votos.

Y a veces nos asaltan miedos a traición, de manera irracional e inexplicable. Y a ratos Sansón es un aficionado triste para nosotras. Quizá pensamos tener una vida más sólida y ordenada de lo que es en la realidad? Déjame pensarlo sin prisa ni precipitación, aunque la tarea en cuestión [ya dije esta mañana que hoy era día de ripios!] se junte con la de diseñar mi próxima década para que sea tan gloriosa como me gustaría.

Mundo extraño y vida incierta, nothing is for granted (en resumen) y todo requiere esfuerzo, titánico ahora para muchos de nosotros. No pidamos más, no esperemos. Tengo previsto seguir fluyendo [aburrimiento de palabra ya, de tanto usarla, oyes] y deslizarme por cada uno de los días y poco más. 

Realmente apunto a muy corto, me parece. Luego llegará el momento de trazar algo parecido a un plan, en global, que abarque todo, cuando haya podido romper algunos de mis compartimentos estanco y varias facetas se hayan podido unir, de manera natural y por fin. En eso me encuentro, a pesar de que nada es fácil si nos ponemos a hablar de corazones.

Para completar el plan haré el test del banco y me imaginaré sentada sola ante un paisaje sobrecogedoramente bello. Cerraré los ojos y pensaré a quién invitaría a sentarse a mi izquierda. Así sabré, de verdad...

martes, 28 de julio de 2020

Tú puedes vivir en un beso...

Y lo dices con solemnidad y lo acotas en el tiempo. Es posible vivir media hora, o una hora, en el interior de un beso. Y amueblarlo. Sobre todo en los besos suaves, de caricia, dulces y perfectos, añado yo.

También me hablas de mantas que abrazan y hacen compañía, que ocupan un lugar llamado casa. Y llenan ese lugar de ti, por si acaso, por si no estuvieras, por si tu ausencia. Eso es, sin duda, un acierto.

Yo quiero instalarme a vivir en tus besos, practicarlos hasta que sean sublimes e inolvidables, adaptarlos a nuestras medidas y formas, y besarte...

lunes, 27 de julio de 2020

Y tú, besas o escribes...?

Instalada en mi nueva normalidad, me arrebujo en las rutinas, cómodamente entregada en unas larguísimas conversaciones nocturnas que terminan por culpa del reloj, de que se hace muy tarde, de que hay que descansar. A desgana, vamos.

Te escucho con la misma pasión con la que me dedico a los asuntos importantes y te pregunto buscando respuestas sobre otras vidas tuyas y esperando recibir información valiosísima que, de otra manera, costaría obtener. La proceso y la archivo con cuidado para que no se desordenen nombres, momentos, lugares, aprendizajes.

Ahora que he abierto las puertas del armario para que entre el aire [que no el viento], aparto la inquietud de todo lo que ha de venir y decido que iremos viendo a medida que caminemos. En cambio, me debato en pensamientos poderosos y no tengo respuesta a una duda crucial: no sé todavía si escribes mejor que besas. O viceversa.

Eso por poner un ejemplo solo de la larga lista de cosas que sabes bordar con naturalidad absoluta, evidentemente...


domingo, 26 de julio de 2020

De almas inasibles...

En proceso de reseteo y reformateándome, no tan dura como los discos, descubro sin ningún tipo de sorpresa ni emoción que hay almas verdaderamente inasibles.

Es posible que en algunos casos se deba a que nos encontramos ante los espíritus libres, los versos sueltos, aquellos que no soportan ser fiscalizados ni dar explicaciones de si salen o entran, suben o bajan, sienten o padecen.

Puede ser que en otros casos esa cualidad [defecto, mejor?] venga dada porque a esas almas las asieron previamente, muy corto y de manera irreversible, para siempre. Van a estar asidas todas las eternidades, instaladas en incómodas nostalgias, echando de menos lo que fueron cuando conjugaban el plural.

Es cierto que es muy arriesgado intentar asir un espíritu libre porque es altamente probable que se produzcan daños colaterales; hay que sentirse muy fuerte, muy invencible y enfrentarse a una realidad difícil si lo que se espera, busca o persigue son palabras mayores.

Parafraseando a Juliette Binoche en Herida, las almas inasibles somos peligrosas. Sabemos que tras la devastación podemos sobrevivir...

viernes, 24 de julio de 2020

El arca de Noé...

Una vez asimilado que lo único permanente es el cambio, me integro aquí, en un nuevo formato y, sobre todo, con una mirada y visión distintas. Con la intención de estar solo aquí mismo, solo ahora exactamente. En cuenta atrás para que se produzca el cambio [limpia, quirúrgicamente] y pueda dedicarme a lo que me apetece, dándome permiso.

Tengo varias tareas pendientes, que me obligan a viajar hacia atrás en lugar de proyectarme hacia lo que ha de venir, en la confianza de que vale la pena.

Pero lo único importante, en realidad, es que me siento como Noé, como poseedora de la famosa arca, y entiendo perfectamente lo que debió sentir llenándola de oportunidades y soñando un mundo distinto. Saldría a buscarte ahora mismo para traerte conmigo...

miércoles, 22 de julio de 2020

Out of office...

Llenar el coche y trasladar tantas facetas, completas y limpiamente. Conduce ella, nerviosa y exultante, excesiva en su felicidad impaciente, en contraste con mi “deboperoenelfondomeduele”. Me distraigo viendo fotos de Formentera y de Filipinas, de Creta y Hawai. Sigo su música cuando la lista pasa a grupos catalanes y cantamos alguna de Manel y de Els amics de les arts, las del principio, como antes.

Llegar, abrir puertas y ventanas, cambiar algunas cosas de lugar, tomar el espacio, oler, introducirme en la luz amarilla del atardecer, incrédula. Y llega gente que hace lo propio. Buscamos sábanas para tanta cama y toallas y ocupamos todos los puestos disponibles y, sencillamente, nos instalamos sin saber hasta cuándo. Pero largo lo fiamos y nos preparamos para eso y tenemos herramientas de sobra. Como las ganas...

lunes, 20 de julio de 2020

Deconstruyendo...

La toalla gris recién lavada, el cepillo de dientes estrenado sobre la marcha, la vajilla y cubertería completas que fueron necesarias para preparar y servir el exquisito brunch, las sábanas y sus correspondientes fundas, la bajera con sus correspondientes manchas exógenas provocadas por un producto químico indeterminado aún, los vasos y bandejas, todo lo que se me olvida, todo ha ido regresando a su lugar de orígen, incluso tú...

Puertas y ventanas abiertas de par en par...

Aprender la sutil diferencia entre “aunque solo fuera por” y “es que solo por” cuando alguien piensa en cruzar una ciudad para estar unos minutos contigo aporta mucha sabiduría. La misma que observar el comportamiento humano cuando ya no nos necesitan o han dejado de amarnos. 

Entender que aplicar la regla del 80/20 cuando se trata de decidir si hablas o escuchas es uno de los regalos o castigos de la vida, porque el silencio desata pasiones escondidas en quienes nos rodean. Aunque haya silencios que son cuchillos. 

Conocer cuándo toca un punto y coma en lugar del punto final y saber que muchas veces es mejor definir la hoja de ruta para llegar en lugar de suponer. Habrá que armarse de paciencia y de valor si las cosas o personas nos interesan mucho o poco y aplicar proporcionalidad.

Suelto lo primero que me asalta y confieso preocupación por la incertidumbre diaria que impide planificar ni siquiera a corto. Reconocer que tantas cosas no dependen de mi o de mi resolutividad me genera una inquietud desconocida a la que me acostumbro mal.

De acuerdo, entonces. La regla es que no hay reglas. Ni viajes ni cambios de etapa ni proyectos ni compromisos. Pues me esforzaré por vivir improvisadamente, aceptando esas reglas y con mi mejor actitud. Total, quién sabe qué escenario pisaremos a la vuelta y cuáles serán los actores y actrices de nuestra propia función, en este momento tan incierto...?

domingo, 19 de julio de 2020

Let’s have a walk...!

No hay dos sin tres [número mágico]. Tras el primer lento en el salón, a media conversación en el sofá, llegó el segundo, en la cocina. Tan por sorpresa, los dos... Así que no puedo esperar para saber cuándo estará listo el tercero.

Ver transcurrir un domingo preparando un brunch y tumbadas en cualquier sentido de la cama, enlazando palabras y caricias y algún que otro beso [siempre me parecerán pocos...] y microsueños, porque la noche se nos quedó corta ajustando ritmos y descubriendo pieles, y había que recuperar.

Quizá sea cierto que cualquier empresa que acometemos tiene pocas posibilidades de prosperar, siendo realistas y apelando a certezas. Por eso es imprescindible subirse a la prudencia, aprender paciencia y seguir avanzando, despacio, caminando [como dijo Machado en su Caminante no hay camino, Y al volver la vista atrás Se ve la senda que nunca Se ha de volver a pisar].

Keep walking...!!!

sábado, 18 de julio de 2020

Cosas que me gustan...

Planear un viaje leer que un hombretón echa de menos a su madre desaparecida mirarte sin ser vista el mar y la montaña tener ilusiones aprender cosas nuevas escuchándote pensar que queda tanta vida pedalear por mi ciudad soñar proyectos con detalles minúsculos cocinar y desconectarme el azul Klein de mi pulsera nueva viajar lejos y fascinarme o fascinarme cerca creer que hay alternativas plausibles cerrar fuerte los ojos y recordarte sonriendo trabajar todos mis miedos un masaje thai el naranja de #lamiriijo verte feliz que Mel se tumbe en mi regazo la enorme historia de amor de Sandra y Nagore caminar senderos los retos que los míos estén bien regalar tener recuerdos bonitos sentirme afortunada haberte conocido que me beses en las esquinas de la boca en mi portal bajar al mar a buscarte encontrarnos bien pisarnos la palabra o saber callar y tantas otras cosas que revolotean en mi cabeza...

jueves, 16 de julio de 2020

Las deliciosas primeras veces...

Hay omisiones difíciles de digerir, como el silencio cuando esperas ruido.

Tambien hay acciones que sorprenden, atrapan y te funden, sencillamente, convirtiendo en líquido las emociones.

Suelen venir acompañadas del efecto imprevisto y atacarte sin previo aviso.

Suelen ser las deliciosas “primeras veces”...

Como, por ejemplo...

Que te saquen a bailar un lento en tu propio salón o irrumpan en el cuarto de baño cuando vas a tomar una ducha después de un largo paseo en bici. 

Que te ofrezcan el brazo bajo la cabeza como almohada o te preparen la cena. 

También es importante este torpe primer beso en los labios fuera de casa, en la comisura de una enorme sonrisa tímida o que tomen (como si el ejército hiciera suya una nueva plaza, un pueblo, una aldea...) el lado derecho de tu cama y se incrusten boca abajo creando la huella del propio cuerpo, molde.

Las primeras veces de la piel, los olores y los movimientos van a ser deliberadamente obviados, por lo que pudiera ser, por discreción y hasta por confidencialidad.

Sin embargo, que te regalen un beso en la frente, inesperado, dulce y lento, cuando estás distraída mirando al horizonte mientras se pone el sol en la ciudad, el mar a la espalda, eso solo puede hacerlo quien conoce a fondo la magia y sabe bien lo que está regalando: un Momento Nescafé que, además, marca para siempre el banco, la plaza y, probablemente, el Universo (que después de eso solo puede ser distinto y, sobre todo, mejor)...

miércoles, 15 de julio de 2020

Las locas en grado superlativo...

Comparto warning recibido hoy de alguien a quien ni siquiera llegué a conocer y se desapareció para entregarse en cuerpo y alma a una relación con alguien a quien también encontró en las redes. Esos lugares tan peligrosos...

Nos faltó quedar un día y vernos las caras, nos quedó una cita pendiente y fue ya imposible. Apostó al rojo. Salió negro.

Poco le ha durado el affaire, poco ha estado en silencio. Y de pronto nuevamente un whatsapp. Con la naturalidad de esa mejoramiga que puede permitirse el lujo de no hablarte durante meses y conseguir que parezca que han pasado segundos. Pero somos desconocidas.

El hallazgo, al parecer, fue de “una loca pero en grado superlativo”. Y no sé nada más. Ni tampoco me hace falta saber. Pero esa frase me ha hecho pensar a ratos hoy en las varias locas superlativas a las que he conocido y lo que me han hecho sufrir, cada una con su distinto tipo de locura.

A quien pueda interesar: andaos con mucho ojo, que hay personajes muy peligrosos ahi afuera, sueltos, con ganas de divertirse, aprovecharse, desequilibrar e incluso desaparecer y abandonar, como es el caso. Abrid otras cosas aparte de las piernas, hombreporfavor...

martes, 14 de julio de 2020

Y en mi cabeza tú...

Largas conversaciones y miles de palabras. Empezar el día paseando entre hileras de lavanda florida. Caras nuevas y tareas distintas, conceptos y definición de rumbos. Trabajo en equipo y grupal. Espacios diferentes, rincones por descubrir, camas enormes y vacías, olores y sensaciones. Humedad y campos de cereales, amarillos, en plena siega. Millones de viñas verdes en plena explosión, contando los días que quedan para una magnífica vendimia y algunos olivos. Muchos campos e inmensos paisajes, llanos, tan nuevos, bajo laderas no muy altas o sierras generosas. Cortar un trozo de comida y llevármelo a la boca, apreciar un poco de vino de muchos tipos de vino e inundarme de agua para compensar. Jaqueca leve por todo eso y sueños entrecortafos en noches breves. Kilómetros conduciendo a pleno calor, bajo un sol implacable, ni una sola nube. Es difícil definir la belleza con más precisión y a mi no me es posible.

Y a todas estas, mientras tanto, en mi cabeza tú...

lunes, 13 de julio de 2020

Si te vieras con mis ojos...

Es, probablemente, una de las frases más bonitas que me han dicho en tantísimo tiempo.

En especial, por lo que no dice, por lo que promete, por despertar la curiosidad, por ilusionar...

Soy, ser, somos...

Somos como somos. Y nos influyen tantas cosas. Lo vivido, lo heredado. Y en algún momento importa lo deseado. Muchos cambios no hay que esperar, en según qué alturas del camino.

Soy quien soy, ahora. Con mis blancos y mis negros, mis [pocas] luces y tantas sombras. Y me empeño en seguir endulzando las aristas, puliendo los salientes, cuidando las formas y las maneras.

Soy, al final, como puedo. Teniendo en cuenta todos los sucesos y alegrías, las épocas llenas, los vacíos, lo hablado y mis silencios, tanto como me han enseñado y me dejaron aprender.

Y quiero ser. Tantas cosas. Porque sé que falta tanto por sentir, porque adoro beberme la vida y sentirme parte [que no juez] de ella. Es el momento de actuar, de dirigirse hacia el lugar que de verdad nos corresponde y en el que lanzar el ancla.

Frase interesante para la reflexión [autor desconocido]: “ellos lo llaman amor cuando quieren sexo. Ellas hablan de sexo cuando lo que necesitan es amor”.

martes, 7 de julio de 2020

Hábitos, rutinas, mentiras y propósitos...

Las rutinas son balsámicas, como la repetición de movimientos. Los hábitos se adquieren repitiéndolos por más de 21 días. O eso dicen. Los apegos y el cariño [también, o quizá sobre todo, a las personas] quedan incluídos en esa categoría.

Trato de incorporar a mi vida de cierre y deconstrucción nuevos hábitos y rutinas, sigo mis propósitos despacio y con cuidado, intento comprender lo que me conviene y lo que no, sé que no debo precipitarme aunque la naturaleza me contradiga y me empuje. 

Me aparto cuanto puedo de los ruidos, el caos, los desórdenes. También de las personas ruidosas, caóticas, desordenadas. Necesito calma, aburrimiento, paz. Solidez, probablemente. Y consistencia.

He incorporado un descarte, por ejemplo. No a las mentiras. Nunca mais. Ni las piadosas, ni los olvidos, ni las omisiones, ni el "es que yo no quería que...". Y comienzo por mi. No es negociable.

Quizá lo más bonito de este proceso complejo es precisamente eso: saber que no estoy lista para miles de cosas [y ni pensar en precipitarme al error como alguna vez antes] y, sin embargo, sé que apuesto por la honestidad y la autenticidad, por lo que considero el micro compromiso de no salir huyendo al primer desencuentro, por prohibirme alejarme de toda la verdad. Y nada más que la verdad.

Solo quiero en mi vida personas así...

Sé que cuesta hablar mirando a los ojos. No sé si es mi timidez o mi inseguridad o mi estado actual, pero Titán y sus esfuerzos a mi lado sería un aficionado. De frente, eligiendo las palabras, gestionando verdades que duelen, buscando respuestas, soluciones, herramientas.

Y así, despacio, un día tras otro, acostumbrándome a lo que soy, haciéndome a la idea de lo que tengo, proyectando el sendero que después seguiré como si fuera a llevarme al fin del mundo. De hecho, si sale bien, es el tramo final de la ruta, verdad...?

lunes, 6 de julio de 2020

La importancia de...

...tener la mente en calma, el pasado cerrado, 
nada que reprochar y todo perdonado, 
ningún recuerdo persistente y molesto, 
la conciencia tranquila, 
no echar de menos ni épocas ni vidas ni protagonistas.

De tener herramientas suficientes para tomar decisiones, 
definir metas, perseguirlas sin descanso ni distracción,
saber qué hacer en casi todos los casos y
conocer el significado de la palabra integridad, 
haber aprendido a entender que hay cosas innegociables.

La importancia de saber respirar lenta y profundamente,
de haber aprendido a regular los momentos críticos,
de comprender que los amores no son eternos y nos vamos,
saber lo que nunca más vamos a querer y que la vida es breve,
no hacen falta alforjas llenas de casi nada.

Es importante entender quién es o no importante en nuestra vida,
a quién hay que dedicar todos los cuidados y decir te quiero,
hablar de frente y mirando a los ojos tal vez en silencio,
decir verdades como puños sin subterfugios ni miedos y, 
sobre todo, amar desde el compromiso, construyendo.

Quizá vivir sea algo parecido a esto...

domingo, 5 de julio de 2020

Insomnios e intuiciones...

Domingo. 5h43. Despierta. Lo que en otro tiempo era impensable deviene real.

Mercurio retrógrado, el cierre de una etapa de siete años, regeneración celular, destrucción de todas las certezas, procesamiento de duelos... Difícil encontrar una respuesta simple al cúmulo de cambios que generan la necesidad de tomar decisiones como si fueran cualquier cosa [unas aceitunas, agua con limón, el sol...].

Debería ordenarme, priorizar, reflexionar y comenzar con los cambios, inevitables, que se me echan encima. Sin prisa, ya sé. Con lo difícil que resulta eso cuando de naturaleza eres impaciente... Pero está formando parte del aprendizaje y de la vida, al final. Que va pasando y a veces no la aprovechamos.

Acabará teniendo ventajas esto de no sentirse parte de ningún lugar, de poder levar el ancla y mover una vida entera, de estar desapegada de objetos que sabes prescindibles y evitables, de no deberse a nadie porque todos somos mayores y responsables de nosotros mismos...

Seguramente acabará teniendo ventajas. Aunque ahora, por el momento, sea incapaz de adivinarlas...

viernes, 3 de julio de 2020

Mujer y madre divorciada, caucásica, busca noray...

En caliente, aunque no sea lo mejor. Pero ¿qué es lo mejor, me pregunto? Hoy, ahora, quiero decir. Aquí.

Una manta, un rincón, un sofá, un ovillo, un abrazo, una cama sin hacer. Una mano que agarre fuerte, que marque un camino, que ayude a proyectar esperanzas, a construir y definir. Abrigo, refugio, lugar, calma, órden, criterio, ilusión, pasión. Incluso silencio, incluso canción, incluso caricia.

Cuando todo falla, una busca algo así, parecido, similar. Se le puede llamar rumbo, noray, objetivo, plan o proyecto. Serenidad, confianza, fe. Se me olvidaba: seguridad. Quizá la sensación más importante de todas las sensaciones importantes.

Podría entretenerme soltando sinónimos, construyendo largas frases, jugando con las palabras a pesar de la gravedad de la situación. Podría, con esfuerzo. ¿Podría? hoy quizá no. El mismo esfuerzo que debo aplicar para comer o dormir, ilusionarme y hacer un micro plan, para concentrarme en cualquier cosa que haga, que tengo que hacer por obligación. Esfuerzo para leer un párrafo cinco veces, para hablar y salir del silencio profundo en el que vivo, para no llorar como hago por las esquinas y las paredes de líneas rectas, para salir de la cabaña [tan en boga, últimamente], para no recordar cosas y personas que fueron bonit#s y ya no lo son más, para ver que me estoy equivocando, entender que todo está mal planteado. Esfuerzo para no vivir echando de menos o pendiente del teléfono o queriendo estar con quien no me quiere. Por ejemplo.

Sin embargo, en mi línea, he comenzado la toma de decisiones y la puesta en práctica de la búsqueda de soluciones. Eso va a tener que salir de mi, obvio. No hay que confiar en que te tiendan la mano porque al final solo estás tú. O eso dicen. Y yo les escucho. Siempre lo hice. Escuchar para aprender de las experiencias ajenas. Antes me funcionaba. Ahora ya no tengo idea. Veremos.

Es bonito que cuiden de ti cuando los duelos se acumulan, cuando las cosas fallan un poco, cuando en el horizonte hay dudas [por llamarlo de alguna manera], cuando no eres capaz de pensar en futuro ni conjugarlo en singular, cuando se vacía el nido. No me ha pasado. Pero debe ser bonito...

Miento. Me ha pasado. Me está pasando. Todavía hay quien se preocupa por mi, llama, me dedica tiempo, quiere saber quién soy ahora...

jueves, 2 de julio de 2020

Introspectivamente...

Es bueno escuchar [oir también, a pesar del tinnitus...] lo que los demás opinan de ti. Especialmente si surge espontáneamente y te lo dicen mirándote a la cara. Si es de espaldas sería cosa distinta, cierto.

La primera vez hará menos de dos semanas, con tristeza: sé que disfrutabas haciendo cosas especiales pero mientras sucedía jamás lo demostraste.

Ayer, con desconcierto, la segunda vez: tan dura e implacable y luego hiper sensible. Te conozco desde hace muchos años y siempre me descolocas.

Y hoy, de nuevo, con preocupación: soy incapaz de saber si te gusta lo que hacemos.

Abro la veda de la reflexión y me introduzco en mi interior para comprender desde cuándo (he mutado en alguien que ni siquiera sabe expresar sus emociones) y por qué ese cambio enorme, sobre todo persiguiendo soluciones...

Aquí está todo...

Acerca de los datos personales

Mi foto
Si. Claro. Cómo si fuera tan fácil hacer una definición completa y, además, ecuánime de una misma a estas alturas de la vida... Creo que, por lo menos, necesitaría un fin de semana. ¿Hace? ¿Si? :)

Por si se pierde algo...

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