Aquí se viene a jugar con las palabras. A vaciar nostalgias. A comprender miradas y silencios. A compartir sin disfraces. Con seudónimo pero el alma verdadera...

jueves, 30 de julio de 2020

Lluvia de sal...

Es una de las expresiones que oigo por primera vez y me fascinas. Las expresiones nuevas también me fascinan...

Por este orden incorporaste a mi vida dos verbos (y un lento y pocos besos...): endulzar y envergar. No sé con cuál me quedaría si tuviera que elegir uno porque mañana se acabara el mundo o para llevarme a una isla desierta...

Somos seres complejos y no hay que bajar la guardia cuando los equilibrios son frágiles y sabemos que todo puede cambiar en un momento. Tú misma lo llamarías “vivir”. Lo recuerdas? Me lo repites de tanto en tanto y yo me quedo en silencio valorando lo que debería ser una obviedad para mí; y no lo es. Luego pienso rápidamente en lo que quiero en mi vida y entonces intento ponerlo en valor [yo con esta frase hecha no puedo; terrible el abuso que ha sufrido y lo forzado de la construcción gramatical] y dedicarme, reforzarlo, renovar los votos.

Y a veces nos asaltan miedos a traición, de manera irracional e inexplicable. Y a ratos Sansón es un aficionado triste para nosotras. Quizá pensamos tener una vida más sólida y ordenada de lo que es en la realidad? Déjame pensarlo sin prisa ni precipitación, aunque la tarea en cuestión [ya dije esta mañana que hoy era día de ripios!] se junte con la de diseñar mi próxima década para que sea tan gloriosa como me gustaría.

Mundo extraño y vida incierta, nothing is for granted (en resumen) y todo requiere esfuerzo, titánico ahora para muchos de nosotros. No pidamos más, no esperemos. Tengo previsto seguir fluyendo [aburrimiento de palabra ya, de tanto usarla, oyes] y deslizarme por cada uno de los días y poco más. 

Realmente apunto a muy corto, me parece. Luego llegará el momento de trazar algo parecido a un plan, en global, que abarque todo, cuando haya podido romper algunos de mis compartimentos estanco y varias facetas se hayan podido unir, de manera natural y por fin. En eso me encuentro, a pesar de que nada es fácil si nos ponemos a hablar de corazones.

Para completar el plan haré el test del banco y me imaginaré sentada sola ante un paisaje sobrecogedoramente bello. Cerraré los ojos y pensaré a quién invitaría a sentarse a mi izquierda. Así sabré, de verdad...

4 comentarios:

  1. Precioso lo que se lee, en este post y unos cuantos, desde hace un tiempo. Un beso.

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    1. Gracias, Fiorella! Y gracias, sobre todo, por seguir pasándote por aqui...
      Besos y burbujas!

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  2. Y a veces...como los peces. Y a ratos...como los gatos. "Poner en valor" y "fluir" son palabras sin swing, a fuer de repetidas y mañidas. "Nothing is..." "Compartimento estanco" Todo tiene su historia, ¿verdad, S? Y fíjate que dicen los advaitas que la historia no nos hace ningún bien. Que mejor olvidarla. Pues eso. Envergar, arbolar y una palabra que me encanta: mastelero. "El mastelero astillado..." escribí hace un montón de años. Por cierto, S ¿y a la derecha?
    :)

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    1. Estamos hechas de historias, Vic. Cómo vamos a poder olvidarnos?
      A la derecha, si a la izquierda está la persona adecuada, no hace falta nadie... ;)
      Besos

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