Cuando la casualidad te regala la visión de un Orgullo en SF, muchas cosas cambian. Caen mitos, crecen envidias y se desean muchas cosas... A pesar de poder verla con discreción y disimulo desde detrás de los cristales tintados de una limo negra. Muy breve, demasiado.
Miles de kilómetros que te reubican en un mundo distinto y hacen que creas que existen otros mundos y que son viables. Miles de maneras de pronunciar palabras desconocidas y, hasta las conocidas, devienen irreconocibles. Es, como conclusión, que la vida, la comida y el trabajo en un lugar como ese, de manera moderadamente provisional, podrían llegar a valer la pena. Aunque todo sea remotamente complejo...
Y este imposible jet lag...
If you're going to SF, be sure to wear some flowers in your hair...
ResponderEliminarQue se equilibre pronto el reloj interno
No te quites las flores sparkling :).
Un beso.