Aquí se viene a jugar con las palabras. A vaciar nostalgias. A comprender miradas y silencios. A compartir sin disfraces. Con seudónimo pero el alma verdadera...

miércoles, 11 de septiembre de 2019

Tres patas...

Ayer alguien entendida pero heterosexual habló acerca de que mi vida se sentaba sobre tres patas. A cuáles se refería es anecdótico. A mi me sorprendió que la base fuera impar. Estoy acostumbrada a que las mesas y las sillas tengan cuatro patas, igual que la forma en la que suelo caer yo en las trampas que me regalan a veces.

Por imbécil, por ejemplo.

Sé por experiencias reiteradas que puedo, porque he aprendido, vivir si me fallan dos. No muy bien, por cierto. Podemos llamarle sobrevivir. O malvivir. Como gusten. No es una forma completa de transitar la vida, ni para sentirse orgullosa, ni siquiera útil para no saberse infeliz. 

Me pregunto hoy cómo coño se hace eso de vivir sin ninguna de las tres patas, mientras rebusco entre los pliegues de mis bolsillos la última brizna de ganas que dejé archivada por si la necesitaba. No imaginaba entonces lo pronto que iba a ir a por ella, desde luego...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

No serás de l#s que creen que intimido y por eso no comentan nunca, ¿verdad? :) ¡¡Venga!! ¡¡Anímate!!

Aquí está todo...

Acerca de los datos personales

Mi foto
Si. Claro. Cómo si fuera tan fácil hacer una definición completa y, además, ecuánime de una misma a estas alturas de la vida... Creo que, por lo menos, necesitaría un fin de semana. ¿Hace? ¿Si? :)

Por si se pierde algo...

Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.
Number of online users in last 3 minutes Number of online users in last 3 minutes