Hoy se ha muerto una parte de mi. Y una etapa grande. Para siempre, como solo la muerte sabe hacer. Han desaparecido tantas cosas, que solo quedan en mi cabeza, para recuperarlas alguna tarde, a solas, con una breve sonrisa de nostalgia y soledad y frío.
La muerte, sin embargo, ha devuelto también viejas amistades interrumpidas, que sería insálubre recuperar. Lo sé, lo sé. Pero es una sensación grata querer así, a pesar del tiempo y del silencio. Y ser querida.
Hay abrazos inolvidables. Y lágrimas. Y caricias en la espalda. Y gestos y algunas miradas desde lejos, sin temor a ser interceptadas. Y compañía. Hay cosas que no importan y otras que seguirán importando tanto... Hay cariños irrompibles, capaces de olvidarlo todo y recomenzar. Hay momentos cargados de temor y de soledad, de miedo al vacío, de desorientación. Es bueno sentirse acompañado, aunque tod#s sepamos que aqui hemos llegado sol#s y así vamos a marcharnos...
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