Aquí se viene a jugar con las palabras. A vaciar nostalgias. A comprender miradas y silencios. A compartir sin disfraces. Con seudónimo pero el alma verdadera...

viernes, 26 de octubre de 2012

¿Precisamente ahora...?

Se me cierran los ojos, lentos. Y pienso que habrá sido el vino, las dos copas. Y recuerdo que la noche la pasé de tirón, aunque breve. Dos madrugones en cuatro días me tumban sin remedio, dos noches fuera, encuentros extensos y definitivos bajo presión y en cuatro idiomas, alternados con la naturalidad que solo las mentes abiertas son capaces de aplicar, sin necesidades de disculpas ni de falsas incomodidades. Tolerancia ante lo distinto y respeto por lo fácil para los demás. 

Se me erizaba la piel de los antebrazos imaginando y descubriendo que ese era también un lugar para quedarse, largamente, aunque sea tan inviable. El segundo en poco más de un año [¿qué me está pasando, por favor?]. Primera visita por trabajo al centro neurálgico del corazón del centro de las decisiones de esta Europa nuestra tan poco potenciada y a la que nadie respeta. Despidiendo el otoño porque, en efecto, están hoy en riguroso invierno y pasé verdadero calor bajo un cielo dolorosamente azul para unas retinas idénticas.

Procuro disimular el fastidio, los nervios, la pereza y el agotamiento de todas esas cosas por inútil en todas direcciones: ascendiente, descendientes y colateral. Una se calza una máscara superficial que va de pies a cabeza y convence mientras por dentro se corren maratones y todos los temores se agolpan en la epidermis, entre tantos pliegues. Hay, sin embargo, algún momento magnífico, sutil, como que un par de caballeros exquisitos se tomen todas las molestias por mostrarte algunos lugares inevitables y el Restaurante de referencia, entre paseos cálidos y vías adoquinadas y magnificentes como solo la centroeuropeas. 

Hay antes y después y a mi ese lugar me ha señalado la piel del alma, me he sentido sabiendo que habrá más, memorizando consciente el infinito y desconocido aeropuerto que, me temo, me visitará de tanto en tanto. Otro de esos cambios extraños que me suceden en estos últimos tiempos. Me asustan tantos frentes, no resistirlos o manejarlos mal, olvidar, perder, demorar... 

Lo que nunca fui, me descubro siendo...

3 comentarios:

  1. A medida que envejecemos a la vez que vamos perdiendo muchas cosas adquirimos muchos miedos e inseguridades..Aunque sea una paradoja, creo que así es.
    Ánimos
    Cabaretera

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  2. Me conozco el lugar, sparkling.
    :)

    Y también conozco un poema (mío) que dicr algo de lo que dices.

    "...Era agua.
    Y latía...
    Latía en los años que pasé sin ti,
    desprovista de todo,
    de lo que fui
    y de lo que soñé que sería"

    Beso.

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  3. Cabaretera: también adquirimos fortalezas y pericias, ¿no crees¿ :D Gracias...

    Victoria: siempre la única que lo entiende todo a la primera... Bonito poema, poeta... :)

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Si. Claro. Cómo si fuera tan fácil hacer una definición completa y, además, ecuánime de una misma a estas alturas de la vida... Creo que, por lo menos, necesitaría un fin de semana. ¿Hace? ¿Si? :)

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