Son mayoría, claramente. Me refiero a las personas que o bien no comunican sus emociones (y las niegan) o bien, cuando lo hacen, atrevidísimas, lo cuentan en modo fenomenal. No es el caso de este lugar ni del mío propio. Quien me conoce y/o me lee lo sabe. Y el hecho de que lo comente viene porque he estado reflexionando si seguir siendo yo o dejar de serlo y ponerme a hablar de nimiedades.
Pero, como he repetido muchas veces, este espacio es terapéutico y necesario, imprescindible y esencial para mi maltrecha salud, especialmente mental. Sé que lo fácil sería hablar de los millones de cosas maravillosas de mi vida, de mi día a día, de mis privilegios, de todo lo magnífico que me rodea. Pero entonces qué haría yo de mi endémica nostalgia y de mi carácter triste? Eh? Qué haría yo con esa parte crucial de mí misma?
Y es por ello que hoy escribo que tengo frío y llueve, los cielos están cubiertos y la humedad me envuelve. Apenas si sonrío y estoy añorada porque extraño decenas de vidas anteriores y a sus protagonistas, que ya no están. Porque cada vez soy menos yo, porque los miedos avanzan y se instalan por cualquier parte.
Hoy, de madrugada, he leído un postit rosa fucsia que estaba pegado en el espejo de mi cuarto de baño decía: “marxa lluny per descobrir-te”. Y en esas estamos...
Y te estás encontrando?
ResponderEliminarSigo en búsqueda activa! Algo es algo... ;)
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