Y no me refiero a las mujeres.
Pero sí a las malas noticias.
Por el dicho.
Podría ser mucho peor, francamente. Pero una es quejica por naturaleza.
Y nostálgica.
Y perfeccionista.
Pero lo de hoy mío es la evidencia de que nuestras defensas bajan cuando atravesamos tormentas.
También demuestra que mi salud se resiente antes y durante y después de los viajes.
Así que aquí estoy.
Tosiendo como si tuviera que escupir los riñones por la boca, mientras proceso las cositas que me van pasando y sigo sumando.
Se admiten apuestas.
¿Podré con todo esto o ya me abandono a mi suerte? sea la que sea...
Hagan juego, señoras.
Par y rojo. Con lo de rojo se me ve el plumero, lo sé. Y en cuanto a lo de par..., pues mira, Spark, siempre he sido de impares aunque llevo la mayor parte de mi vida jugando a pares, inconscientemente, seguro, por no salirme de la cláusula establecida, por puñetero gregarismo, por apuntarme al casting de la felicidad. Yo qué sé. El caso es que llevo unos meses jugando a par porque me da la gana, quiero y puedo. Eso sí, rojo siempre. Y aquí una sonrisa larga y tres puntos suspensivos. Como está mandado. Yo ya he apostado. Y tú, Spark?
ResponderEliminarDe momento, mirada corta y cerca. Un paso tras otro. One Day at a time… Gracias, Vic. Por ser.
EliminarSpark