Por fin le han puesto nombre.
Ahora ya sé a qué atenerme, cómo enfocarlo, ponerle remedio, trabajar en ello.
Un poco ruleta, bastante juego y los ánimos mejorando a marchas forzadas, sin haber siquiera empezado.
Estoy más tranquila.
Esperanzada e ilusionada.
No solo por esto, si no por todo lo demás, también.
He logrado rechazar la baja larga, seguir mi vida normal (¿?), aplazar viajes por todas partes que no me aportan si no todo lo contrario y fijarme a corto.
Ya tengo reserva para cosas que me apetecen mucho, incluida parte de la Navidad. La otra parte hay que planificarla entera, aún.
De momento, funciona que me haya vuelto la ilusión...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No serás de l#s que creen que intimido y por eso no comentan nunca, ¿verdad? :) ¡¡Venga!! ¡¡Anímate!!