Los días se arrastran, despacio.
Las oportunidades se amplían, a la misma velocidad.
Una se propone tantas cosas que los 80.400 segundos de un día no bastan. Ni siquiera dan para empezar a pensar.
Sigo teniendo pendiente lo del papel y el lápiz.
Estoy buscando billete. Bueno, me lo buscan. El de ida está medio apalabrado. No queda tanto. El de regreso, abierto.
Un sueño cumplido. Algo pendiente que cerraré.
Esperemos a ver. De momento, me estoy estudiando el clima en ese otro continente en los meses que han de venir. Por meter algo en las maletas, claro.
¿Una primera vez, a estas alturas? me parece precioso. A pesar de las incertidumbres y de lo que me espera a mi regreso, si es que es el caso. Si es que regreso, sí. A pesar de todo lo que no sé ni controlo. Ni lo que voy a encontrar (es fácil adivinar que, como en América, no tardarán en llenar mi despacho y mi silla. Cuento con ello).
Aún no lo he comunicado. Por si se gafa. Por si (para no variar) se cabrean conmigo. Como cada vez que tomo un avión. Qué cruz, toda la vida, de verdad...
Pero da igual. Me vendrá bien. Probablemente no para tocar fondo. Si no para arrastrarme por el fondo, tutear a la soledad, enfrentarme a todos los miedos a la vez y ver si tiro adelante o ya mi cuerpo grita lo que debe querer gritarme a la cara desde hace tiempo y de momento no le dejo.
No tengo idea de si avisaré a alguien. Y, en caso de hacerlo, a quién. Realmente, me importa poquísimo si me echan o no de menos.
Últimamente, desde que soy un ser de luz (cinismo activado), me dicen que soy "un poco" chula. Empiezo a darles la razón. A mi edad empieza a haber muchas cosas irrelevantes que no me interesan. Y eso se debe notar.
Pero plantearme el curso sigue siendo un asunto pendiente, que no sé bien cómo atacar. Y que no me gustaría demorar mucho. Yo, tan resolutiva...
Ahora que voy tirando de intuiciones, estoy segura de que el momento aparecerá sin avisar. Verás. Y pillaré un papel que, probablemente, serán las instrucciones de montaje de uno de mis nuevos muebles, y me pondré a hacer esquemas.
De momento, a corto. Un paso tras otro. Un día a la vez y muchos detalles que antes ni consideraba (constancia en el ejercicio, alimentarme para sobrevivir, respirar conscientemente y dormir).
Parece que los ataques de ansiedad se han retirado (es pronto para cantar victoria, Vic!) y eso me hace verdaderamente feliz. Y que duermo del tirón. Por supuesto, dopada. Pero es que hace poco, ni así!!!
Y van pasando las horas...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No serás de l#s que creen que intimido y por eso no comentan nunca, ¿verdad? :) ¡¡Venga!! ¡¡Anímate!!