Hay miles de oportunidades, agazapadas entre bostezos. Y faltan horas, aunque sobren frases cortas que no da tiempo ni a apuntar, como tampoco a lanzar en mensajes breves para que una opinión se convierta en pública. Es todo distinto, a pesar de ser igual y todo cambia un poco cada día, aunque los pequeños cambios se perciban grandes solo cuando han pasado muchos días. Como verse a diario, que es la antítesis de la lujuria, el fin de los sueños, rutinas instaladas y la muerte de las sorpresas. Prefiero el vilo, el lapso, el compás y la espera. En sorbos breves, acompañados de calmas novedosas y sutiles improvisaciones, como el abrazo traicionero por la retaguardia, sin previo aviso y con dolo. Ese lento e inesperado, que conquista centímetros de piel, erizándola y haciendo sentir los prolegómenos del calor que le sigue al frío. Si. Como aquella vez...
Aquí se viene a jugar con las palabras. A vaciar nostalgias. A comprender miradas y silencios. A compartir sin disfraces. Con seudónimo pero el alma verdadera...
miércoles, 23 de marzo de 2011
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- spark
- Si. Claro. Cómo si fuera tan fácil hacer una definición completa y, además, ecuánime de una misma a estas alturas de la vida... Creo que, por lo menos, necesitaría un fin de semana. ¿Hace? ¿Si? :)
Me has REcordado un poema... Estoy pesada con los poemas, sí. Pero has descrito tan bien (también) esa sensación... sí, la de la piel erizada...Sólo unos versos, vale?
ResponderEliminar"...y en cuanto a los escalofríos...
regálame el de tiramisú
y el de nata,
ese destello azul
que ocupa mi lóbulo izquierdo,
y la parte derecha del alma..."
Por cierto, vilo sin preposición, genial. El vilo de la navaja?
Un beso E.
Y cómo se recapitula y se cae en la cuenta que de la suma de esos pequeños cambios que a diario pasan casi desapercibidos resultan esas grandes variaciones,...Suena un tanto descorazonador, los no sueños, las no sorpresas, rutina llama a rutina y en ocasiones ni ella misma por pura desidia se contesta.
ResponderEliminarMe voy a quedar esta noche con la imagen y el recuerdo de alguno de esos abrazos, para bien dormir y tal.
Un beso sparkling :)
Abrir la puerta a la rutina es como un suicidio lento... Aunque a veces somos tan perezosos, tan comodones, que dejamos que nos atrape. Pero siempre podrá quedar esa rendija de la puerta abierta para escaparse y soñar. Y, ¿quién sabe? al día siguiente de despertadores y oficinas, platos sucios y televisión de fondo, te llevas a la cama ese sueño que te hace suspirar y por el que sabes que fuiste feliz ayer y puedes volver a serlo mañana...
ResponderEliminarUn beso
Victoria: paraverséate a ti misma cuantas veces quieras, mujer. :)
ResponderEliminarsilbante: eso es vivir. Simplemente. Y contra las sensaciones que descorazonan hay que trabajar mucho y a fondo. Es posible, te lo aseguro. ;)
Marilia: la felicidad de ayer y la de hoy, la de siempre. Con un poco de empeño basta... Besos y burbujas.