Siempre fue uno de mis juegos favoritos, gracias a mi ascendiente femenina: poner boca abajo las fichas con dibujos y buscar la idéntica de entre todas.
Ahora sucede un poco lo mismo.
Hay miles de piezas dispersas en un espacio nuevo, que van saliendo de las cajas y hay que agrupar, machear, ordenar.
Es un gigantesco puzzle que cuesta de montar, de esos que puedes dejar suspendido por algun tiempo, consciente de que lo que no hagas ahora va a quedar pendiente.
Es un proceso lento y largo que se enfrenta a mi renovada impaciencia. Todo ayuda a ser.
Estamos. Seguimos. Somos. Queremos.
Cuatro palabras que pueden servir como balance del año que acaba. Joder, qué año!! :)