Hay momentos que se esperan media vida. A veces ni se valoran. Otras veces, como ayer, se viven tan intensamente que dan un poco de miedo.
Como navegar. En un crucero espléndido, como el día, como la tripulación, la temperatura, el lugar. Entre amarillos y naranjas que funden en negro, contra luces de colores, sonrisas abiertas y silencios o conversaciones a medias.
Hay momentos, sí, que voy guardando en la memoria. Esa a la que acudiré cuando ya no pueda construir y deba limitarme a recordar.
Hay momentos, como ayer, que nunca se olvidan…
Vamos a pensar q todavia nos quedan muchos recuerdos por construir niña!!!
ResponderEliminarY en cuanto al post amterior..para no saturarte a comentarios....pues yo toda la vida pensando q el equilibrio emocional era un trabajo individual interior...personal....que equivocada estaba.jajaja.