La furia sigue por aqui dentro pero disminuye. Lo percibo yo y mi compañía, que empezaba a no resignarse ni a aguantar. No tienen por qué. Cierto.
Vuelven las risas, las bromas, las carcajadas. Me centro y me concentro. Saboreo lo que hago y tengo y empiezo a planificar, tímidamente, lo que quiero que llegue a mi vida, lo que necesito, lo que me ilusiona. Todo lo que he venido extrañando, apenas sin darme cuenta.
Es difícil definir lo que es la Vida cuando una está feliz, verdad? Cuando todo son oportunidades, cuando se vive desde el privilegio, cuando las posibilidades son casi, casi infinitas…
Y una solo puede agradecer lo que tiene, lo que siente, lo que falta y a quien hace el camino al lado, rozándote el dorso de la mano con el suyo, como sin querer…
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